Se trata de uno de los productos carcinógenos más importantes y puede provocar alrededor de la mitad de las muertes por cáncer profesional del mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud, el amianto es uno de los carcinógenos ocupacionales más importantes y provoca alrededor de la mitad de las muertes por cáncer profesional. Pero, ¿qué es este material? ¿de dónde sale? ¿cómo y cuándo estamos expuestos a él?
Conocido popularmente como ‘uralita’, también es llamado asbesto y se trata de uno de los componentes del fibrocemento, un material con extraordinaria resistencia a la tensión, su escasa termoconductividad y su relativa resistencia al ataque químico.
Estas propiedades convirtieron al asbesto en un material ideal, que se utiliza en el aislamiento de los edificios, como componente de diversos productos (tejas, tuberías de agua, mantas ignífugas y envases médicos), como aditivo de los plásticos y en la industria automovilística (revestimiento de embragues y frenos, juntas y amortiguadores).
Amianto: cuidado con la inhalación de sus fibras
Algunas de las fibras microscópicas que componen este material pueden permanecer en suspensión en el aire el tiempo suficiente para respirarlas, por lo que la forma más común de exposición al amianto es a través de la inhalación, que se produce tanto en el lugar de trabajo; como en las cercanías de los puntos de producción o fábricas que trabajan con amianto; o el aire del interior de construcciones que contienen partículas fraccionadas de amianto.
Según la OMS, en la actualidad, unos 125 millones de personas de todo el mundo están expuestos al amianto en su lugar de trabajo, ya que han tenido o sigue teniendo un uso comercial. Da igual el tipo de asbesto del que se trate, todas sus variedades son peligrosas ya que pueden causar enfermedades mortales como cáncer de pulmón, mesotelioma, cáncer de laringe y de ovario, y asbestosis (fibrosis de los pulmones).
Gestión del amianto en la actualidad
El uso de amianto fue prohibido en España en diciembre de 2001, sin embargo, la realidad es que a pesar de conocer sus riesgos y estar prohibido, aún hay construcciones viejas, anteriores a la prohibición, realizadas con este material. Conscientes de los riesgos que esto puede suponer para la salud de determinados gremios, se recomienda a los trabajadores de profesiones relacionadas con los derribos y el mantenimiento, que siempre lleven equipos de protección individual.
Si se es consciente de la existencia de asbesto en el edificio, existen empresas especializadas en la retirada de amianto que pueden asegurar una limpieza profesional, para dejar la construcción libre de restos de contaminaciones.
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